Día de publicación: 2022-08-08
Por: Karla Montaño
Por si hace falta ejemplos de la
negligencia de la CEA, los vecinos de Misión del Sol pueden dar cuenta de un
problema más que se agrava ante la falta de atención.
De las deficiencias del organismo operador del agua y ese desdén hacia los usuarios Guaymas ya está acostumbrado, por eso en algunos sectores viven en medio del drenaje, en otros casos decidieron organizarse para comprar material y que los directivos de esa dependencia estatal no tuvieran pretextos para no hacer su trabajo que por cierto es muy bien remunerado y con prestaciones únicas en el gobierno.
El colmo es cuando la ciudadanía pone de su parte y ni así logra atención de la Comisión Estatal del Agua, eso les paso a residentes de Misión del Sol cuando se registró el robo de alcantarillas e inundación de la zona durante las lluvias, ellos se pusieron de acuerdo para reunir fondos, comprar material, conseguir una camioneta con tal de que las cuadrillas se hicieran presentes para realizar trabajos después de meses de reportes sin respuesta.
Han llegado al punto de conseguir combustible para que los trabajadores de la CEA no tengan pretexto y resulta que no lograron hacer que los encargados de reparaciones atendieran su llamado y con las precipitaciones del fin de semana sufrieron estancamiento de aguas residuales que ellos mismos debieron reparar de manera improvisada el viernes por la noche.
Ese desaire ya rebasa el límite de lo permisible y no es cosa del personal, es asunto de directivos distraídos en sus oficinas y alejados de la problemática que se vive en las colonias y que no resuelven ya no por falta de material porque se los compraron, ni por falta de recursos, sino por falta de voluntad.
De plano los jefes de la CEA no quieren hacer su labor y ya es hora que sus superiores en la capital del estado encuentren una solución definitiva a los problemas de mandos porque los cambios recientes no están funcionando.
Y si van a sostener a Ricardo Montoya como administrador, que al menos le exijan que atienda las necesidades primarias de los usuarios, se salga de sus oficinas refrigeradas y empiece a resolver el desastre que tiene la CEA en Guaymas.
