Día de publicación: 2022-07-20
Por: Karla Montaño
Si no ayudas no estorbes debiera decirle la alcaldesa Karla Córdova a más de un funcionario que le complica la agenda sin necesidad. Esta semana brotaron conflictos previsibles en algunos sectores donde ya se advertían problemas y es el caso de la coordinación de vendedores ambulantes área en la cual se intenta poner orden y nomás no se logra.
Están por una parte los informales de Miramar con viejo enfrentamiento en el que la autoridad debe fungir como mediadora y ha sido lo contrario, tan solo ayer hubo una manifestación que pudo evitarse y solo distrae al gobierno municipal. Además, vendedoras de la Unidad Deportiva manifestaron inconformidad por el corte de luz que se hizo para acabar con una mala práctica pero fue parcial porque de las cinco casetas que están instaladas en campos solo a tres les quitaron la energía eléctrica. En la misma Unidad Deportiva surgió otro conflicto con los futbolistas que exigen acceso controlado luego de que se cerrara paso por la obra de la barda y es hora que no hay acercamiento con ellos.
La solución a la inquietud es tan fácil como que los representantes de la Dirección del Deporte se acerquen a dar una explicación del proyecto que va a dar seguridad a los usuarios del espacio público y, si se puede, promover ajustes para atender el planteamiento de los inconformes.
Lo malo es que algunos funcionarios esperan demasiado tiempo, no tienen tacto, se nota falta de oficio político y a veces soberbia, actitud que complica más los pequeños problemas que pueden convertirse en grandes movimientos de molestia.
Cuando faltan dos meses para el informe de gobierno, la primera autoridad está a tiempo de jalar las riendas en parte de sus colaboradores para exigirles más atención y buen trato con la ciudadanía porque son el rostro de la cuarta transformación y fueron llamados para dar soluciones no más problemas.
