Día de publicación: 2022-07-01
Por: Karla Montaño
Los dueños del bar Maukaa han sido tema de polémica desde la pandemia por su irreverencia e incumplimiento a las normas sanitarias bajo la protección del gobierno.
Se les sabía poderosos hasta que San Carlos se vio inmerso en una situación de violencia con eventos inéditos como reprobables para preocupar al sector turismo.
Uno de los dos negocios afectados es el antro rebelde que ahora merece la solidaridad de todos, porque enfrentan una situación de riesgo evidente cuyas causas se desconocen y sus efectos se lamentan al implicar un cierre temporal obligado por las circunstancias.
De eso a que la comunidad de San Carlos avale las dos posiciones contrastantes tomadas por los propietarios y gerencia del antro hay mucha diferencia porque se puede apoyar a una empresa con problemas de seguridad pero no a quien pretende un cierre masivo y luego miente en halagos al gobierno.
Primero, la gerencia del Maukaa avisó del cierre temporal por inseguridad, criticó al gobierno, llamó a los empresarios a sumarse en protesta y se quejó por la falta de apoyo, esto después de la quema de sillones dentro del bar la madrugada del miércoles.
Ayer, dueños del bar desmintieron a su gerente en un comunicado donde atribuyen el cierre a labores de mantenimiento, descartan eventos violentos y elogian a las autoridades por sus operativos.
Para empezar, el antro sí ha sido escenario de eventos violentos, sí hubo una balacera el mes pasado y sí hubo una persona lesionada en caída al intentar salir del lugar y esta semana las instalaciones fueron blanco de ataque por parte de sujetos que con todo y la presencia policiaca que refieren los dueños, irrumpieron para causar daños en sus instalaciones.
Las razones del cierre son cosa de la empresa, ellos sabrán lo que hacen en la temporada alta de turismo, pero no se vale engañar nuevamente a la opinión pública cuando horas antes se invoca apoyo y se pide sumarse a una protesta que nadie, pero nadie, siguió contra el gobierno.
No se vale que luego de dos años de violar reglas sanitarias, de burlarse públicamente de toda crítica, de exhibir su poder ante las autoridades, los representantes del bar continúen con aires de grandeza y quieran que se diga lo que les conviene solo a ellos, no a la comunidad de San Carlos.
¿Que hay riesgo? Sí lo hay y ahí está la estadística de eventos delictivos, que hay preocupación del gobierno, también es cierto porque han estado cerca pero no lo suficiente para evitar hechos criminales que no se van a terminar con la simulación de un grupo empresarial.
Mejor aceptar que hay un problema grave, trabajar en conjunto con las autoridades para superar la crisis y poner orden en los negocios para poder tener la voz completa a la hora de exigir seguridad.
